top of page

Determinismo.

 

 

INTRODUCCIÓN

 

 

        A la pregunta transcendental de: ¿Somos realmente libres o estamos manipulados por los designios del Destino? Albert Einstein respondió: “Dios no juega a los dados con el Universo”. El significado de esta famosa frase nos deja claro su firme creencia en una ley determinista que rige los movimientos del Universo, rechazando cualquier posibilidad al azar y el libre albedrío. De estar en lo cierto con esta teoría, las personas no gozarían de libertad para tomar decisiones, siendo prisioneros y meros espectadores de sus propias vidas.

             Curiosamente, a lo largo de toda la historia, muchos intelectuales han compartido esta misma visión determinista, tales como: Virgilio, Nietzsche, Laplace, Voltaire, Newton, Descartes, Shakespeare, Byron, Kant, Flaubert, Pascal y un largo etc. El filósofo Henri Bergson, por ejemplo, dijo: “El presente sólo se forma del pasado, y lo que se encuentra en el efecto estaba ya en la causa". Baruch Spinoza, opinaba que: “Los hombres se engañan al creerse libres; y el motivo de esta opinión es que tienen conciencia de sus acciones, pero ignoran las causas por que son determinadas; por tanto, lo que constituye su idea de libertad, es que no conocen causa alguna de sus acciones”. Y el filósofo alemán, Arthur Schopenhauer, escribió: “Nada es absolutamente fortuito; sino que incluso lo más azaroso no deja de ser algo necesario”. Y es que si lo pensamos bien: ¿Cómo podemos eludir nuestro Destino si no sabemos realmente cuál va a ser?  

               Con este proyecto he querido interpretar la visión determinista de estos grandes pensadores. Sirviéndome de cuerdas tensadas de sisal para representar el Destino, cada una de ellas conforma un camino, una elección que, al ser tomada, pensamos somos dueños sin ápice de dudas, pero que irremediablemente y según esta teoría, puede estar ya escrita en algún lugar del Universo.

                                                       

bottom of page